martes, 28 de septiembre de 2010

Comunicación - Voz suave


"Las voces que proceden de los cielos penetran el corazón con sus declaraciones delicadas y convincentes. A menudo la esperanza, el aliento y la guía provienen de una voz suave y penetrante. Estas voces las oyen sólo aquellos que están dispuestos a escuchar. La comunicación que establecemos con otras personas en un tono suave y apacible puede granjearnos amistades invalorables. Admiro a quienes no tienen necesidad de levantar la voz para exponer su punto de vista o convencer. Parece ser que las personas que discuten y gritan niegan la contribución que podría llegar a dar la voz suave y apacible. Tened siempre presente que uno de los dones más grandes es la voz suave y apacible del Espíritu Santo que nos guía en la vida y hace posible obtener los mayores testimonios."
(Elder Marvin J. Ashton, Liahona enero 1988, págs. 20-21)

Amigos - Reflejan la bondad del Señor


"La compasión de los amigos que viven las enseñanzas de Cristo influye profundamente en nuestra vida y la cambia. Debemos recordar que el Señor a menudo envía "bendiciones de lo alto, por medio de las palabras y los actos de las personas que aman". El amor es la esencia del Evangelio de Jesucristo. En esta Iglesia, muchas veces las oraciones en las que se pide ayuda el Señor las contesta por medio del simple servicio diario de hermanos y hermanas que se preocupan por los demás. En la bondad de los amigos genuinos, he visto reflejada la bondad del Señor mismo. Siempre me he sentido humilde al reconocer que el Salvador nos considera a todos Sus amigos cuando decidimos seguirlo y guardar Sus mandamientos."
(Elder Joseph B. Wirthlin, Liahona enero 1998, págs. 37,38)

Jesucristo - Modelo



"Parecería que la esencia de nuestra jornada terrenal y que las respuestas a las preguntas más importantes de la vida quedan comprendidas en estos dos breves elementos de los primeros acontecimientos del ministerio terrenal del Salvador. Uno de ellos es la pregunta que se hace a cada uno de los que vivimos en esta tierra:"¿Qué buscáis? ¿Qué deseáis?". El segundo elemento es la forma en que Cristo responde a nuestra respuesta, no importa cómo hayamos respondido. Quienquiera que seamos y cualquiera sea nuestra contestación, la respuesta de Él es siempre la misma: "Venid", dice con amor. "Venid en pos de mí". A dondequiera que vayas, primeramente ven y ve lo que yo hago, en dónde y cómo paso mi tiempo; aprende de Mí, camina conmigo, habla conmigo y cree. Escúchame orar, y encontrarás respuesta a tus propias oraciones. Dios dará descanso a tu alma. Ven, sígueme."
(Elder Jeffrey R. Holland, Liahona enero 1998, págs.. 76,77)

Tiempo - No perderlo


"Hay peligro en la frase "algún día" cuando en realidad significa "hoy no". "Algún día me arrepentiré". "Algún día lo perdonaré". "Algún día hablaré con mi amigo acerca de la Iglesia". "Algún día comenzaré a pagar el diezmo". "Algún día regresaré al templo". "Algún día.". En las Escrituras está claro el peligro de postergar. Esto es, que podríamos descubrir que se nos ha acabado el tiempo. Dios, quien nos da cada día como un tesoro, requerirá que le rindamos cuentas. Nosotros lloraremos y Él llorará, si hemos tenido la intención de arrepentirnos y de servirle en los mañanas que nunca llegaron o en los ayeres con los que hemos soñado, cuando ya ha pasado la oportunidad de actuar. El "hoy" es un don preciado de Dios. El pensamiento "Algún día lo haré" puede robarnos las oportunidades que nos da el tiempo y las bendiciones de la eternidad."
(Pte. Henry B. Eyring, Liahona mayo 2007, pág. 89)

Templo - La importancia de asistir


"De entre los que escuchan mi voz, hay muchos niños, jóvenes y señoritas. Les suplico que sean dignos, constantes y que esperen con gran anhelo el día en que reciban las ordenanzas y las bendiciones del templo. De entre los que escuchan mi voz, hay personas que deberían haber recibido las ordenanzas de la casa del Señor, pero que aún no lo han hecho. Sea cual fuere la razón y sin importar cuán larga la demora, les invito a comenzar los preparativos espirituales a fin de que puedan recibir las bendiciones que sólo están disponibles en el santo templo. Por favor, eliminen de su vida las cosas que se interpongan con ello; por favor, procuren las cosas que son de consecuencias eternas. De entre los que escuchan mi voz, hay personas que han recibido las ordenanzas del templo y que por diversas razones no han regresado a la casa del Señor desde hace bastante tiempo. Por favor, arrepiéntanse, prepárense y hagan todo lo que deba hacerse a fin de que adoren una vez más en el templo y recuerden y honren sus convenios sagrados más plenamente. De entre los que escuchan mi voz, hay muchas personas que poseen recomendaciones vigentes para el templo y que se esfuerzan por utilizarlas dignamente. Les felicito por su fidelidad y dedicación."
(Elder David A. Bednar, Liahona mayo 2009, pág. 100)

martes, 21 de septiembre de 2010

Inspiración - Meditar

"La promesa del Espíritu Santo que el Salvador hizo a los Doce es de importancia suprema para reconocer la función preeminente del Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad. El Espíritu Santo es un personaje de espíritu, el Consolador, que da testimonio del Padre y del Hijo, revela la verdad de todas las cosas y santifica a quienes se hayan arrepentido y bautizado. A Él se lo llama el Santo Espíritu de la Promesa y, como tal, confirma la aceptación de Dios de los hechos, ordenanzas y convenios justos de cada uno de nosotros. Aquellos que son sellados por el Santo Espíritu de la Promesa reciben todo lo que el Padre tiene. Vivimos en un mundo ruidoso y contencioso donde es posible ver u oír información, música e incluso puras insensateces prácticamente a toda hora del día. Si queremos tener la inspiración del Espíritu Santo, debemos encontrar tiempo para aminorar la marcha, meditar, orar y vivir de modo que seamos dignos de recibir Sus susurros y actuar en base a ellos. Evitaremos cometer grandes errores si hacemos caso a Sus advertencias. Es nuestro privilegio como miembros el recibir luz y conocimiento de Él hasta el día perfecto."
(Elder Quentin L. Cook, Liahona mayo 2010, pág. 85)

Bondad - Cualidad cristiana Consagración, Servicio



"Quizás los actos cristianos más significativos sean los que nunca se hacen en público. Son los que se llevan a cabo espontánea y anónimamente, sin esperar recompensa ni agradecimiento. La conducta cristiana se origina en pensamientos cristianos, ya que el Señor "mira el corazón". Por tal razón, las enseñanzas de Cristo y Sus características naturalmente se reflejarán en nuestras acciones. Sonreiremos más, hablaremos con bondad, seremos corteses, todas éstas acciones que parecen insignificantes, pero que pueden tener un gran impacto en nuestra vida. Si una sonrisa, un saludo o un gesto amable pueden hacer felices a otros, qué enorme es en realidad nuestra capacidad de beneficiar a todo el mundo con la bondad cristiana. La bondad y la amabilidad representan un nivel del servicio cristiano, pero hay otros niveles. A veces se nos pide que demos más de lo que pensamos que somos capaces de dar o más de lo que queremos dar, y quizás nos sentimos abrumados por las responsabilidades que tenemos y por lo que se espera de nosotros. Es entonces que aprendemos que seguir a Cristo también requiere sacrificio, dedicación y valor."
(Elder Rex D. Pinegar, Liahona enero 1992, pág. 45)

Don del Espíritu Santo - Requiere un ambiente de paz

"Después de bautizarnos, recibimos el don del Espíritu Santo, pero muchas veces lo dejamos guardado y nos olvidamos de que Él nos ayudará en las decisiones más importantes de nuestra vida. El Señor nos dio este don porque sabía que afrontaríamos decisiones difíciles en la vida. El escuchar esta voz es vital para cultivar el buen discernimiento. Una relación en la que se escuche a menudo requiere que haya un ambiente tranquilo donde podamos tomarnos el tiempo para meditar y escuchar la voz suave y apacible. Este ambiente de paz es tanto externo como interno. Por lo tanto, requiere más que apagar la música del mundo o el estruendo de otros medios de comunicación; también requiere apagar el ruido del pecado que proviene de nuestra alma. Esto dará comienzo a la comunicación con el Espíritu que tanto necesitamos. Cristo dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo". La paz que proviene de escuchar al Santo Espíritu elimina el temor de emitir un juicio equivocado en la vida."
(Elder Gregory A. Schwitzer, Liahona mayo 2010, pág. 105)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Reverencia - Ayuda a la inspiración


"Cuando nos reunimos para aprender las doctrinas del evangelio, deberíamos hacerlo en un espíritu de reverencia. La inspiración se hace presente con más facilidad en medio de un clima pacífico. Las Escrituras están repletas de pasajes en los que se mencionan palabras tales como "apacible", "quieto", "calmo". La primera orden emitida por un comandante que se apresta a hacer una invasión militar es la de interferir con los canales de comunicación de aquellos a quienes intenta conquistar. La irreverencia satisface los propósitos del adversario al obstruir los delicados canales de revelación tanto de la mente como del espíritu. Nuestras reuniones sacramentales y otras requieren una atención renovada para asegurarnos de que sean verdaderos servicios de adoración en los cuales los miembros puedan verse satisfechos espiritualmente y ver sus testimonios fortalecidos, y en los cuales los investigadores puedan sentir esa inspiración tan esencial para la conversión espiritual. Nadie puede sobrevivir en el mundo actual, y mucho menos bajo las condiciones en las que dentro de poco nos tocará vivir, sin inspiración personal. El espíritu de reverencia puede y debe manifestarse en toda organización de la Iglesia y en la vida de todo miembro."
(Elder Boyd K. Packer, Liahona enero 1992, págs. 24-25)

Arrepentimiento - No estamos solos



"El arrepentimiento no es una doctrina implacable sino un medio de rescate; y está a disposición tanto del pecador empedernido como de la buena persona que se esfuerza por mejorar. El arrepentimiento requiere que abandonemos lo malo y nos volvamos a Dios. Cuando es preciso efectuar "un gran cambio", el arrepentimiento cabal exige que giremos en 180 grados y ¡sin mirar hacia atrás! Al principio, ese giro refleja un progreso en la conducta del plano telestial al plano terrestre; y más tarde a un plano de conducta celestial. Al dejar atrás los pecados del mundo telestial, nuestras faltas tienden cada vez más a ser pecados de omisión, lo cual a menudo nos impide consagrarnos por completo al Señor. El verdadero arrepentimiento no supone el tener una lista de lo que debamos hacer y verificarla en forma mecánica, sino una brida firme que sofrene nuestro yo natural. En el angustioso proceso del arrepentimiento, acaso pensemos a veces que Dios nos ha desamparado; la verdad es que nuestro comportamiento nos ha apartado de Él. Por eso, cuando estamos abandonando el mal pero todavía no nos hemos vuelto totalmente hacia Dios, somos muy vulnerables. No obstante, no debemos darnos por vencidos, sino tratar de alcanzar "su brazo de misericordia" que se extiende hacia nosotros "todo el día". A diferencia de lo que nosotros hacemos, Dios no tiene horas de oficina."
(Elder Neal A. Maxwell, Liahona enero 1992, págs. 34-34)

Enojo - Controlarse



"La forma en que nos relacionamos con los demás y los tratamos es una medida de nuestra disposición de seguir a Jesucristo. Muchos en este mundo se sienten atemorizados y enojados unos con otros. Si bien comprendemos esos sentimientos, debemos ser corteses en nuestro modo de hablar y respetuosos al tratar con los demás; esto se aplica especialmente cuando no estamos de acuerdo. El Salvador nos enseñó que amáramos aun a nuestros enemigos. La gran mayoría de nuestros miembros hace caso a este consejo; pero hay algunos que piensan que expresar su enojo personal o sus opiniones más recónditas es más importante que comportarse como vivió y enseñó Jesucristo. Invito a cada uno de nosotros, en forma personal, a reconocer que la forma en que discrepamos es una verdadera medida de quiénes somos y de si verdaderamente seguimos al Salvador. Es apropiado estar en desacuerdo, pero no es apropiado ser desagradable. La violencia y el vandalismo no son la respuesta a los desacuerdos. Si demostramos amor y respecto, incluso en circunstancias adversas, llegaremos a ser más como Cristo."
(Elder Quentin L. Cook, Liahona mayo 2010, págs. 84-85)

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