sábado, 6 de noviembre de 2010

Amistad - Modelo del Salvador


"Uno de los grandes tributos que puede rendir el Salvador es el de llamarnos "amigos". Sabemos que ama con un amor perfecto a todos los hijos de Su Padre Celestial, pero Él reserva este título especial a aquéllos que han sido fieles en su servicio a Él. Llegamos a ser Sus amigos cuando servimos a los demás en Su lugar. Él es el ejemplo perfecto del tipo de amigo en el que debemos convertirnos. Desea únicamente lo mejor para los hijos de Su Padre Celestial. Su felicidad es la de ellos y siente la tristeza de ellos como si fuera la Suya propia, ya que ha pagado el precio de todos sus pecados, tomado sobre Sí todas sus enfermedades, soportado todas sus tribulaciones y experimentado todos sus anhelos. Sus propósitos son puros. No busca ningún reconocimiento para Sí mismo, sino otorgar toda la gloria a Su Padre Celestial. El amigo perfecto, Jesucristo, es completamente generoso al ofrecer la felicidad a otras personas."
(Pte. Henry B. Eyring, Liahona julio 2010, pág. 5)

viernes, 5 de noviembre de 2010

Decisiones - Su Perspectiva



"El motivo por el que vinimos a la tierra es precisamente obtener la vida eterna. La vida eterna es nuestra meta, y significa poder vivir en la presencia de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, con nuestra familia, por toda la eternidad. Cada vez que tomemos una decisión, debemos sopesar el efecto final que ésta pueda tener en nuestra meta de obtener la vida eterna. Y por eso es que debemos estudiar y orar. Si tenemos el plan eterno como una meta, podremos tomar decisiones eternas. Sin embargo, no nos será posible tomar las decisiones correctas si sólo nos basamos en nuestra propia deducción intelectual y en el análisis de los hechos de acuerdo con nuestro entendimiento; la oración y el estudio deben emplearse juntos para edificar el conocimiento y la sabiduría."
(Elder Robert D. Hales, Liahona enero 1989, pág.11)

Obra Misional - Un mandato


Fidelidad
"Ahora bien, ¿qué será del futuro?, ¿qué sucederá en los años que están por delante? Se ve prometedor. La gente está empezando a vernos por lo que somos y por los valores que profesamos. Si avanzamos sin perder la visión de nuestra meta, sin hablar mal de nadie, viviendo los grandes principios que sabemos que son verdaderos, la causa del Evangelio avanzará en majestad y poder para llenar la tierra. Se abrirán las puertas que hoy están cerradas para la prédica del Evangelio. El Todopoderoso, si es necesario, hará estremecer a las naciones para humillarlas y hacerlas escuchar a los siervos del Dios viviente. Lo que sea necesario se llevará a cabo. Los grandes desafíos que enfrentamos y la clave del éxito de la obra será la fe de todos los que se llamen a sí mismos Santos de los Últimos Días. Nuestras normas son claras e inequívocas; no es necesario que les pongamos peros; no es preciso que las analicemos por la razón. Están establecidas en el Decálogo escrito por el dedo del Señor en el Monte Sinaí; se encuentran en el Sermón del Monte en las palabras del Señor mismo; las encontramos en otras partes de Sus enseñanzas y se encuentran claramente establecidas en las palabras de las revelaciones modernas. Desde el principio nos han servido como nuestro código de conducta, y deben seguir haciéndolo. El futuro será esencialmente igual al pasado, sólo que más brillante y mucho más grande. Debemos seguir tratando de llegar a todo el mundo, enseñando el Evangelio en el hogar y en el extranjero. Un mandato divino descansa pesadamente sobre nuestros hombros; no podemos escapar de él; no podemos evitarlo."
(Pte. Gordon B. Hinckley, Liahona enero 1998, pág. 80)

Integridad - Necesidad de ejemplos


"La supervivencia de una sociedad libre depende en alto grado de la divinamente inspirada tabla de valores y de la conducta moral establecida por los padres de la patria. La gente debe tener confianza en sus instituciones y en sus líderes. Grande es la necesidad actual de líderes que ejemplifiquen la verdad, la honradez y la decencia, tanto en los cargos públicos como en la vida privada. La honradez no sólo es el mejor plan de acción, sino ¡el único! Alguien dijo: "Hemos relegado la Regla de Oro a la memoria. Releguémosla ahora a la vida". La enseñanza de nuestro Salvador: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Mateo7:12), debe constituir la base de todas las relaciones humanas. Ahora es el momento de rededicar nuestra vida a los ideales y a los valores eternos, a hacer los cambios que sea preciso hacer en nuestra propia vida y conducta para conformarlas a las enseñanzas de nuestro Salvador."
(Elder David B. Haight, Liahona enero 1988, pág. 14)

Inspiración - En todo momento y lugar

"No tenemos por qué estar en lo alto de una montaña ni en una arboleda sagrada para que Dios esté con nosotros. El está "allí", aun en las manifestaciones más sencillas de su presencia. La conciencia permite que el Señor esté presente, ya sea en las advertencias tempranas o en las finales, al darnos una súbita comprensión o un resquemor en la memoria, salvándonos del mal o inspirándonos a hacer lo bueno. Además, puede advertirnos que cuando insistimos en la revancha sólo caemos más bajo, o que no hundamos demasiado los pies en la mullida alfombra de lo mortal, que es peligrosamente fugaz. De mil maneras la Deidad siempre estará presente, como testificó Enoc, aun en nuestros padecimientos. La paz que Jesús prometió es una forma especial de calma en medio de la agitación. Aun cuando todo esté "en conmoción", sus discípulos permanecerán."
(Elder Neal A. Maxwell, Liahona enero 1988, pág. 31)

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