Nuestro Ser común
La familia humana se presenta en todos los matices de diferentes. El más grande y el más pequeño de nosotros poseemos tanto talentos únicos como nuestras debilidades. Sin embargo, es muy fácil pasar por alto los puntos en común que todos pisamos.
Si queremos entendernos unos a otros, tenemos que vernos a nosotros mismos en el otro. Abra el libro de la vida de cada individuo y se encuentra una historia familiar. Todos necesitamos el perdón, porque todo pecamos. Todos necesitamos consuelo, porque todos sufrimos. A lo largo de este camino común de cada uno de nosotros lleva una cruz. Pero no podemos hacerlo solos. Los Santos de los Últimos Días creemos que Jesucristo sufrió y murió por esta misma razón - para llevar nuestras cargas con nosotros.
También nos necesitamos unos a otros. La pertenencia a una comunidad familiar, amigos y creyentes nos permite ayudar y ser ayudado. Reconocemos en cada uno de los demás nuestras necesidades comunes de intimidad y compañerismo y podemos hablar sin vergüenza o rechazo. Nuestros puntos individuales ciegos pueden ser llenados por nuestra sabiduría colectiva.Aquí nos encontramos con nuestro verdadero yo.
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